Un año más buena parte del mejor jazz del Mundo se da cita en Vitoria, ya sea en el teatro, en los hoteles, en la calle o en el Polideportivo de Mendizorroza, su escenario principal. Con calor, mucho calor, fue entrando la gente el segundo dÃa de Festival (la presentación fue el martes 16 con Los Angeles Crenshaw Gospel Choir), con la curiosidad de cómo se defenderÃa el joven trompetista de Beirut Ibrahim Maalouf en el escenario grande, después de sorprender el año pasado con una propuesta diferente en el teatro Principal.
Si aquel concierto era más, digamos, étnico, fijando firmemente en la tierra las raÃces, el concierto de anoche fue más occidental. Inspirado por el eterno Miles Davis, por el cine de René Clair y Louis Malle, por Juliette Greco o las canciones de Gainsbourg, un divertido Maalouf (de solo 33 años) pudo y supo emocionar al respetable con las composiciones de su nuevo trabajo, posiblemente su mejor disco, Winds.
En formato quinteto, salió arropado por Frank Woeste al piano, Clarence Penn a la baterÃa, el enorme Larry Grenadier al contrabajo y un sobresaliente Mark Turner al saxo. Medio en broma medio en serio nos explicó la coincidencia de los números, tratando de unir con un hilo invisible fechas y edades que comunican sus propias preferencias.
Con un omnipresente homenaje a la obra de Miles Davis, en especial el que realizara para el film Ascensor para el cadalso de Louis Malle, la trompeta de Ibrahim sonó fuerte, cálida, dramática, pero también burlona, divertida y del jazz más neoyorquino se pasó a un boogaloo y de ahà a los palacios de Versalles en un acelerado tema de corte clásico, sin olvidar un cierto sabor a raï o una versión de La javanaise de Serge Gainsbourg. pero sin forzar ni usar calzador, todo muy natural, ya que la versatilidad de los músicos es de nota.
Ovación larga y todo Mendizorroza de pie aplaudiendo a rabiar para un concierto de apenas hora y media que aprobó con nota la prueba de fuego. Sobresaliente debut en el escenario principal del Festival y un grato sabor de boca. Le veremos de nuevo otros años.
Deja una respuesta