Hay pelÃculas que se ven demasiado pronto, esas que nos choca o no congeniamos con ellas (aunque una revisión a veces corrige esa sensación), otras que se ven demasiado tarde (¿cómo no la habÃa visto antes? Es genial!!!!), y luego hay pelÃculas que nos llegan en el momento exacto que nos tenÃan que llegar. Han estado aguardando, esperando el momento de mostrarse ante tà y, cuando lo hacen, no puedes sino derrumbarte y postrarte a sus pies desde el primer fotograma (madre mÃa postrarte a los pies de una pelÃcula, menuda bizarrada que me ha salido).
No sé si Another Earth será recordada dentro de unos años, no soy yo el que etiqueta a las pelis de obras maestras o clásicos (por cierto ¿quién será?), ni siquiera se si, en general, está considerada como una buena pelÃcula, el caso es que me llegó en el momento oportuno, esto es, la semana pasada.
Una historia compleja, que no lo es tanto, una suerte de historia de redención, que se torna en historia romántica, que se retuerce y se nos convierte en una pelÃcula de ciencia ficción, que se gira y resulta ser un ensayo filosófico-cientÃfico que harÃa las delicias de Punset, pero que al final no es más que una pelÃcula contada con compleja sencillez (lo sé, queda muy literario dicho asÃ, pero es que contar ésta historia de la manera como nos la cuenta Mike Cahill, haciendo que lo difÃcil sea fácil, o lo parezca,es un arte).
Los primeros minutos del largometraje no hacen presagiar en absoluto, lo que vamos a ver, pero tiene toda su lógica una vez acabada la función. Los primeros sucesos son relatados como si de un film de sobremesa se tratase. Casi se podrÃa decir que incluso el aspecto es un tanto plano (cierta estética de videoclip muy de moda en las pelis hechas de un tiempo a ésta parte). Pero pronto nos viene la hondura y finalidad del film. Las escenas se suceden de manera tranquila, pero el peso es muy grande. Es como si en una novela de Corin Tellado alguien hubiese hecho anotaciones de Teilhard de Chardin, o de Aristóteles y lo leyésemos tal cual.
Me niego a destripar nada de la pelÃcula porque la grandeza consiste en entrar casi virgen a ésta historia maravillosa, en el amplio sentido de la palabra. En fÃn, no sé si será recordada, ni siquiera si es una buena pelÃcula, lo único claro es que la he visto en el momento oportuno.
Deja una respuesta