Battiato en el Forum Evolución de Burgos

Desplazarte a otra ciudad para asistir a un concierto hace que lo vivas con más intensidad, si además de esto se trata de uno de tus ídolos y el día del concierto es el primer día de vacaciones, mejor que mejor. Franco Battiato sacó a finales del año pasado Apriti Sesamo, enésima joya de una discografía extensa y fascinante y sacó hace menos de un mes su hermano traducido Abrete Sesamo, pensado para presentar su mini gira española. Tres únicas citas: Barcelona, Madrid y Burgos.

Por cercanía y afinidad en la fecha acudí a Burgos, el 22 de marzo al Forum evolución, recinto que desconocía y que acogía el Devora Burgos, el fin de semana cultural y gastronómico. Acudir a un concierto de Battiato es no saber muy bien qué te vas a encontrar. Yo, que le he visto ya en 4 ocasiones, puedo decir que cada disco que presenta es una puesta en escena y un tracklist distinto. Un concepto incluso musical que varía. Y es que hay donde rascar.

Una tarima alfombrada donde se sienta, en postura de semi loto, el cantante y compositor siciliano, un cuarteto de cuerda clásico, un piano de cola, un teclado y programming, una batería y dos guitarras eléctricas (uno de ellos el ex- The Verve Simon Tong). Total 10 personas sobre el escenario, arropados por un pantallón hipnótico.

La primera media hora correspondió a Abrete Sesamo del que interpretaron los primeros 8 (de los 10) temas tal cual aparecen en el disco. El sonido perfecto, las imágenes medidas, ni pocas ni excesivas y empezó la cascada de hits: L´Ombra de la lucce, Povera patria, Mesopotamia, Up patriots to arms, Bandiera Bianca, La cura…. La emoción iba in crescendo. La banda sonaba clásica y de cámara, moderna y rockera, dependiendo de la canción y la voz de Battiato parecía estar a gusto en su nuevo timbre de casi setentón (cumplía 68 al día siguiente).

Se mantuvo sentado hasta los momentos finales cuando comenzó el sprint final con Voglio vederti danzare como, falso, colofón. Pero claro, quedaban los bises. Primero el medley de 10 minutos de session electrónica ultramegamoderna, donde el forum se convirtió en una discoteca por momentos para acabar con una potente Cucurrucucu y un celebrado Centro di gravitá permanente que enloqueció al respetable.

Y todos contentos y afónicos a disfrutar de la noche burgalesa, y de la Semana Santa que empezaba