Dos bandas y un cometido: no aburrir

Los Coronas & Arizona Baby

Tarde pero seguro, como el autobús, ya sé que el concierto del que voy a hablar (escribir) sucedió hace ya un par de semanas, pero éstos días han estado plagados de esas pequeñas cosas que hacen imposible unos minutos de responsabilidad. Ya sabéis que cuando uno está en paro suele estar más ocupado que cuando trabaja y entre cumpleaños, presentación del libro de unos amigos, y otros conciertos, solo he tenido tiempo para sentarme al ordenador y escribir esas tonterias tan necesarias en el facebook.

Pues bien, hoy que tengo cinco minutos de más voy a intentar explicar lo que fue el concierto de Los Coronas y Arizona Baby, digo intentar porque la tarea es compleja, digamos que se encuentra entre la sinopsis de Lost y la última teoría de Stephen Hawking, Por supuesto que exagero, pero he oído que si mezclas en una frase un icono pop(ular), y una entidad cultural algo más elevada la gente tiende a pulsar más ese dedo gordo (i like it) que tanto gusta a los facebookeros-blogueros, ese dedo que equivale al dichoso share televisivo, pero voy a intentar no alargarme, que demasiado ombliguismo doesn´t like a los lectores.

Ya había visto en directo a las dos bandas, pero por separado, y las dos bandas me habían gustado, cada una en su estilo (¿antagónico?) por un lado ese rock instrumental surfshadowsiano de Los Coronas, y por otro ese countrywesterngamberro de Arizona Baby. Nadie hubiese imaginado ésta unión, por eso recuerdo lo que pensé cuando leí la noticia de la gira «Dos bandas y un destino«: «Coño….¿y ésto?» Y es que detrás de tan profunda reflexión se escondía una perplejidad que por otro lado significaba: «claro!» y me dije que les quería ver en directo. Y pasaron las semanas y vinieron a Bilbao.

Una pantalla nos muestra a una especie de cowboy que desea ser un héroe, lo que le convierte en antihéroe desde el primer momento, entonces salen las dos bandas (Los Coronas de rojo y los Arizona de blanco y negro), y la fiesta comenzó sin más dilación, guitarras y baterias con sonido a polvo, a cantimploras vacías, a caballos cansados, y mientras en la pantalla imágenes de «El topo» de Jodorowsky, quizás el western más marciano de la historia del cine. Una declaración de principios desde luego, y es que las dos horas y media del concierto al alimón fué de todo menos convencional. No quiero desvelar sorpresas, quizás es la mejor manera de abordar un concierto, dejar al lector el regusto de la duda. Solamente decir que merece la pena de verdad. Los ingredientes se mezclan, se rebozan, se digieren y se disfrutan sin grumos: country, psichedelia, ye yé, el torete, los brincos, the clash, pink floyd, triana…. ¿indigesto? para nada, el único pero es que a las dos horas y media el concierto se acabó.


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Comentarios

3 respuestas a «Dos bandas y un cometido: no aburrir»

  1. Avatar de Kansei

    Muy recomendable el concierto de estas dos bandas juntas, si tenéis oportunidad no os lo perdáis.

  2. Avatar de sweet-guille
    sweet-guille

    le he dado al «I like it» no por lo que tu explicas sino el hecho de que lo hayas explicado, seria como si en tele5 digeran todos sabemos que es mas idiota que un pez en muerte cerebral pero como la audiencia quiere verla aqui está : Belen Esteban. A eso se le llama honradez con el publico.

  3. Avatar de krapolis

    je je, muchas gracias sweet guille, veo que has pillado el meta-mensaje

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