Drive-By Truckers vs The Whybirds (Guitar hero en el Kafe Antzokia)

Drive By Truckers en el Kafe Antzokia

Aquella noche llovía como si hubiésemos llegado a las última páginas de la Biblia y solo quedase esperar el fin, así que ¿qué mejor que esperarlo en el Kafe Antzokia viendo a un grupazo de rock? Fui con mi primo, auténtico fan de Drive-by truckers (al igual que Patxi López, el lehendakari) con una emoción en aumento, ya que desde el iPod todos sus discos suenan muy bien, vamos como tiene que sonar el rock, guitarrero y contundente. A pesar de ser jueves, llover sin control y haber acumulado un cansancio semanal, que ya ha pasado a ser crónico, he de reconocer que tampoco me dio mucha pereza coger el coche y buscar aparcamiento en Bilbao (ja ja).

Una vez dentro de la sala, mirando a mi alrededor descubrí con cierto agrado que yo debía ser de los más jóvenes del lugar. Viejos rockeros de los que nunca se mueren, bigotazos, barrigas extendidas sin complejos, calvas adornadas con greñas desgreñadas…viva el rock! Allí no había pose, aquello era auténtico. Y empezaron los teloneros; The Whybirds, cuatro chicos que facturaron un rock (Americana lo llama todo el mundo ahora) perfecto para abrir la velada. Movidos, simpáticos, y cantado cada canción uno diferente. Presentaron su disco de debut «Cold Blue Sky«. Sonido compacto y buen talante.

Después de la poco más de media hora de los teloneros estuvimos casi otra media hora esperando hasta que salieron los de Athens, Georgia, a demostrar quienes mandaban allí. A mí me convencieron la primera hora, pero cuando en un concierto de dos horas te pasas una deseando que acabe, malo. Son muy buenos, tocan muy por encima de la media de los grupos de su género, son simpáticos, lo dan todo (sobretodo Patterson Hood), y son generosos en el setlist, pero su estilo, que adoro, se agota enseguida y da la sensación de estar escuchando una y otra vez la misma canción. Y es que el grupo tiene dos vertientes bien definidas, por un lado las canciones interpretadas por Hood (muy cercano en ocasiones a Eddie Vedder y sus Pearl Jam) y por otro las que canta Mike Cooley (que me recuerda mucho a Lou Reed). Pasando esta curiosidad el grupo sonó reiterativo, hiperamplificado (¡esas guitarras por el amor de Dios!) y personalmente, me aburrió. De hecho no había mucha locura entre el público.

Hicieron 5 bises (y digo, muy generosos) acabando en una apoteósis que levantó, pero ya al final un bolo, siento decirlo, bastante tedioso. Afortunadamente a la salida ya no llovía y parecía que el Apocalipsis se había vuelto a aplazar.


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