Esperamos en el andén, con una vieja maleta repleta de todos nuestros recuerdos, para cuando estemos bien lejos. Alguien fuma un cigarro puro a nuestro lado, nos mira y sonrÃe. Es viejo, negro y ciego, por una pelea, dice él. Corre una agradable brisa y el tren no acaba de llegar. Entonces el señor saca una vieja armónica y empieza a improvisar un ritmo frenético, aderezado por ladridos, aullidos y otros sonidos guturales que se empalman a las notas sopladas y resopladas. Un ritmo endiablado que, pronto, contagia a mis pies y a los de los tres o cuatro que se hayan en dicho andén.
Sonny Terry nació en Carolina del Norte en 1911 y falleció en New York en 1986. Fue un armonicista único, y esos gritos y aullidos formaron un estilo muy imitado, pero nunca superado. A menudo sus canciones han elevado diversas bandas sonoras de pelÃculas y gente como Paul Lamb siguen su estela como si de una religión se tratase. Por aquellos tiempos, los sonidos ferroviarios eran muy comunes entre los armonicistas de blues. Una buena muestra de ello es éste tema, grabado el 28 de diciembre de 1938, y que lleva por nombre Train whistle blues. Viajeros al tren!!!!
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