El joven malagueño lo ha vuelto a hacer. TodavÃa con la resaca de su estupendo debut en la novela con El asesino hipocondrÃaco, nos viene con una historia tan irreal como la vida misma. Culto, curioso y con una prosa inteligente y renovadora, Juan Jacinto Muñoz Rengel crea mundos donde todo es posible y donde lo increÃble parece normal. Un juego el suyo bastante endiablado donde asoma en ocasiones, o al menos a mi me lo ha parecido, un Gonzalo Suárez juguetón.
Empezar a contar la historia es destriparla un tanto pero es necesario partir de la base que propone. Un profesor de vida gris sueña cada noche que es un afamado director de informativos. Por su parte el afamado director de informativos sueña cada noche que es el profesor de vida gris. ¿Quién es real? ¿Quién es soñado? Con una premisa tan atractiva es fácil suponer lo divertida de su lectura y Muñoz Rengel explota al máximo su potencial, poniéndose en cabeza de los escritores de su generación.
Una historia divertida, dramática, de suspense, incluso terrorÃfica que cae en una espiral llevándote a una lectura voraz, casi enfermiza. Sueño y realidad, sueño e irrealidad, dándose la mano en un juego sin tablero visible. Una sutil e inteligente visión del individuo del siglo XXI. HacÃa tiempo que no disfrutaba tanto leyendo una novela. Larga vida a Juan jacinto Muñoz Rengel. Y larga vida a nosotros para poder leer su obra.
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