Muchos auguraron (auguramos) que lo nuevo de David Bowie serÃa decepcionante. Algunos incluso después de escucharlo seguÃan (seguÃamos) echando pestes sobre el esperado y un tanto tardÃo nuevo disco del duque. Pero pasan las semanas y con las escuchas The next day gana, y de qué manera. Hoy volvemos sobre él porque se acaba de presentar el tercer vÃdeo, y con él el tercer single del disco, en este caso el que da nombre a la nueva obra.
Religión y sexo, redención y pecado, llagas, provocación, iluminación, todo ello tiene cabida en ese pub llamado Decameron en el que entra un Gary Oldman con sotana y cleriman. Allà irá encontrando seres sacados de las sagradas escrituras, entre ellos a una (como siempre) seductora Marion Cotillard que acabará sufriendo violentos estigmas en ambas manos.
Vale, no es original la propuesta y la canción, aunque movidita y pegadiza, no es lo mejor de nuestro idolatrado Bowie, pero da gusto tenerle de vuelta. Ya solo quedarÃa tenerle de gira por aquà y como Dios… con perdón.
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