Como la paga extra de navidad, llegan nuestras listas para enriquecer vuestros oÃdos; llega el recopilatorio de lo que más ha sonado en el cassette de La Furgo cuando he sido yo quien se ha puesto al volante… Vamos pues con ella, centrada, en el dÃa de hoy, en los mejores discos internacionales para el que abajo firma.
10.- ELI ‘PAPERBOY’ REED: «Come and get it». El jovenzuelo blanquito y pelÃn rechoncho que tanto se esfuerza en tener la piel oscura y la edad cuarenta años atrás; el mejor representante actual de éso que algunos medios dieron en llamar ‘retrosoul‘, aparece cerrando mi Top 10, aún a sabiendas de que este «Come and get it» no es tan brillante como su anterior trabajo «Roll with you«; pero aunque sólo sea por el pedazo concierto que dio a principios de año en Logroño, aunque sólo sea por reivindicar los sonidos añejos que recuerdan a Motown, a Stax o a Chess, sólo por éso (y porque, realmente, el repartidor de periódicos lo hace de maravilla), Eli y sus True Loves ocupan el puesto número 10 en lo mejor de 2010.
9.- PAUL WELLER: «Wake Up The Nation«. Y hablando de sonidos añejos, de décadas pasadas y demás, qué decir del señor disco que se ha sacado de la manga mÃster Weller. EnergÃa y actitud. Momentos hooligans, querencias punk y sensibilidad, por momentos, soul. «Wake Up the Nation» reúne todo eso, nos hace levantarnos (a la nación lo dudo) y nos lleva a mover los pies casi sin quererlo. El ex lÃder de los Jam sigue siendo un grande.
8.- BELLE & SEBASTIAN: «Write About Love». Imprescindibles y básicos en mi discoteca particular. Cada nuevo lanzamiento de los escoceses es motivo de celebración en mi casa y su nuevo trabajo en este casi finiquitado 2010 también lo ha sido. De acuerdo en que no estamos ante el mejor de sus discos, pero para sà quisieran cientos de bandas la sensibilidad y cadencia que Murdoch y compañÃa consiguen en canciones como «I didn’t see coming» o «Write About Love«. Siempre mágicos.
7.- LCD SOUNDSYSTEM: «This is Happening». Y otro que lo ha vuelto hacer. El señor Murphy tiene la habilidad, como el Rey Midas, de convertir en oro todo lo que toca. Cada uno de sus discos no deja de ser una jodida maravilla de dance rock que arrasa allá por donde pasa. Una locura, quizá un poco más calmada que en anteriores ocasiones, que, al menos para mÃ, supone un soplo de aire fresco. «This is Happening»: el sueño de cualquier DJ.
6.- TEENAGE FANCLUB: «Shadows». Si los escoceses Teenage Fanclub sacarán un disco por año, su nombre se repetirÃa cada mes de diciembre en mis listas de lo mejor. Porque no harán nada nuevo, se repetirán en unos esquemas deliciosos… Pero, ¿por qué han de cambiar?, ¿por qué han de modificar la fórmula en la que consiguen la perfección en el pop?, ¿por qué cambiar esas guitarras, esas melodÃas? Teenage Fanclub son una veterana máquina perfectamente engrasada que siempre, y digo SIEMPRE, dan en el clavo.
5.- CROCODILES: «Sleep Forever». Ojo. Para mÃ, el descubrimiento del año. Ojo a los muros sónicos de estos señores. Ojo a las reminiscencias que arrastran (¿la mejor resurrección de los últimos años de los mejores Jesus & Mary Chain?) Ojo a este dúo de San Diego ya que lo que han presentado este año con este gran «Sleep Forever» es algo muy grande y ésto no ha hecho más que empezar. Déjense morder (casi literalmente) por estos cocodrilos. Me lo agradecerán.
4.- SHARON JONES & THE DAP KINGS: «I Learned the Hard Way». Vamos a acabar de completar el trono de la música negra en este 2010. Si más arriba ya hemos identificado al monarca, vamos a nombrar ahora a la reina. Y ésta no es otra que la señora Jones y su maravillosa banda, los Dap Kings. Elegancia, presencia, clase y todos los epÃtetos posibles que puedan ser sinónimos de alta alcurnia del soul le van como anillo al dedo a este «I learned the Hard Way». Desde la primera hasta la última canción nos damos cuenta de que estamos ante algo muy grande.
3.- THE DRUMS: «The Drums»: Y llegó el turno del hype. Y sÃ, lo ha sido. Y sÃ, puede que nunca más volvamos a saber de ellos. Pero han hecho historia. Su hito se ha dado en 2010. El «The Drums» de los neoyorkinos se lleva el tÃtulo, no sé si honorÃfico o no, de haber sido el disco más cacareado del año. Para mÃ, con razón. Bueno, en realidad, las razones son 12, el número de cortes que componen su trabajo. Y ya tienen himno. ¿Quién se atreve a contradecirme que «Let’s go surfing» es, sin ningún género de duda, la canción del año?
2.- ARCADE FIRE: «The Suburbs». Me da que Kansei, Krapolis y el que abajo firma hemos querido pecar un poco de gafapasta. Parece que, inconscientemente, hemos querido poner a los canadienses arriba en nuestra lista, pero no darles el oro. Hombre, argumentaremos esta decisión en las explicaciones que acompañen a ese número 1, pero hay que reconocer que «The Suburbs» podrÃa haberlo sido perfectamente. Y no sólo por el gran disco que es, si no porque ha significado el salto definitivo de Arcade Fire como una banda ya mÃtica, con sólo tres discos, a la altura de dinosaurios como U2 o Coldplay. A lo mejor es ésto lo que molesta (o nos molesta) a los blogueros de espacios independientes, pero creo que es totalmente objetivo que Arcade Fire, hoy por hoy, es algo más, no es ninguna broma, es historia coetánea, son una banda que se reivindicará dentro de muchos años. «The Suburbs» les ha abierto las puertas del cielo, del olimpo y de los estadios. E, insisto, ese paso, a veces, pesa mucho.
1.- THE DIVINE COMEDY: «Bang Goes to the Knighthood». Y ahora es cuando toca sacar la artillerÃa y decirles a todos esos crÃticos de pacotilla que han puesto a caer de un burro el último disco de The Divine Comedy que no tienen ni pajolera idea. «Bang Goes to the Knighthood» es una obra maestra se mire por donde se mire. Un collage teatral, profundo, tranquilo, barroco, perfecto, en el que ni sobra ni falta nada. El tÃpico disco en el que, con cada escucha, vas percibiendo nuevos matices, nuevos detalles, nuevos guiños que antes se te habÃan escapado. Es casi hasta multidiciplinar. Acercarte a sus canciones y a sus letras es como leer un libro, como asistir a la zarzuela o como degustar un buen vino. Es vivir una vida, con momentos dulces y otros más amargos. Y si encima contamos con el mejor escritor, el mejor actor, el mejor enólogo, el mejor vividor… esto es, con el dandy Neil Hannon, qué más se puede decir. Y si los ultraortodoxos del indie pop más clásico no pueden entender que se premie con el puesto más alto del podium a un disco que tiene temas tan poco habituales en sus reproductores como «Down in the street bellow» o «Neapolitan girl» o «When a man cries» (gemas que hablan de crisis, de lágrimas, temones que retrotraen al buen cine, de ese que ya no se hace…) bueno, pues que no se preocupen: «At the Indie Disco» o «I Like» son dos hits de los que buscan. Son dos felchazos de puro pop, prácticamente inmejorables que rubrican un disco sensacional. Neil Hannon es Dios y «Bang Goes to the Knighthood» es su biblia. Sé que hay discos muy grandes, grandÃsimos, anteriores en la carrera de The Divine Comedy («Fin de siecle» o «Regeneration») pero para mà éste es ya el mejor o, al menos, el que más me ha emocionado. Por ello, «Bang Goes to the Knighthood» es el mejor disco de 2010 para este vuestro humilde escribano.
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