
El jueves pasado vi por primera vez a Nacho Vegas en directo y la verdad que si no lo habÃa hecho antes no habÃa sido por no tener oportunidades, simplemente porque nunca habÃa profundizado en la discografÃa del artista.
Resulta muy satisfactorio cuando un colega te reconoce que tenÃas razón, es en ese momento cuando debes mantener un gesto neutro, que no se note eso de “¿ves, pardillo cómo tienes que hacer caso a tus mayores?â€
Krapolis ya me habÃa comentado de las bondades del bueno de Nacho y seguramente en actuaciones anteriores me habrÃa insistido en acompañarle al concierto siendo mi respuesta negativa en todas las proposiciones, pero llegó La Zona Sucia para abrirme los ojos y empezar a hacer caso al artista y su obra.
Pero como me hacÃa tanta ilusión que kansei, pobrecillo, hubiese caÃdo en la cuenta que no hace falta distorsionar guitarras y que eso de los cantautores no es para echarse las manos a la cabeza (he oÃdo que le está dando incluso a Aute….) pensé en no decir nada y guardarme para mà el triunfo.
Asà que una vez aprendida la lección partimos al Kafe Antzokia para disfrutar un jueves de buena música y casi casi puntualmente salieron al escenario de una sala casi llena que esperaba con ansia al venerado cantautor.
Me apareció después de haberse comido una palmera y bebido una Coca Cola Zero (en fÃn, no vamos a quejarnos) con ganas de ensuciarse con las letras del que es quizás el mejor letrista en la actualidad, con permiso de Alfaro, Krahe y Aute. El Kafe Antzokia estaba lleno de los parroquianos de casi siempre, más los nuevos, atraÃdos por bunburysmos y rosenvingeces, supongo que ya se habrán dado cuenta que el que vale es el asturiano, y que el favor se lo hace él a ellos.
Gran parte del repertorio se basó en su nuevo disco, aunque no se olvido de sus viejos seguidores y también les regalo alguna de las buenas canciones del recuerdo.
Pues Kansei trataba, en vano, de parecer “no emocionadoâ€, pero se le notaba un tanto alterado, y no creo que fuese por el chocolate con nata ni por las burbujas, supongo que la “sensación de vivir†le venÃa de las trágicas letras, últimamente un tanto suavizadas del bueno de Nacho.
Todo empezó con Cuando te canses de mà y terminó con El mercado de Sonora pero entre medias pasaron su Gran Broma Final, Dry Martini, S.A y también rescató alguna canción de su EP con Cristina Rosenvigne o de su colaboración con Enrique Bunbury. Para terminar llegó su esperado bis y junto a una surrealista historia-sueño que contó salieron de su garganta El Hombre Que Casi Conoció a Michi Panero y su versión de Leonard Cohen que krapolis grabó con su camará ilusionadamente.
Como buen neófito, Kansei conoce apenas el último disco y ya que, como bien dice, el repertorio se basó casi Ãntegramente en dicho trabajo, él como unas castañuelas, y yo con los guiños a Cohen y algún que otro tema rescatado de la edad de piedra, pués feliz también.
Si te gusta Nacho vegas seguro que no te lo piensas y le vas a ir a ver en directo, pero si no eres seguidor no piedeas un segundo y acercate sin dudarlo, yo en mayo repito seguro.
Fue la primera vez de Kansei, y que yo sepa no le dolió, en cambio fue mi quinta vez y de nuevo lo disfruté, repetiremos seguramente, pero para entonces Kansei tendrá esa solera que tendrá que disimular ante el nuevo abducido. ¿Quién será? Quizás tú lo seas.
P.D. Seguramente os habréis dado cuenta que existen unos huecos enormes entre párrafos, recordad que fuimos dos furgoneteros al concierto (kansei y krapolis)…. probad a seleccionar todo el texto de la crónica desplegada desde arriba hacia abajo hasta el final y luego nos comentáis.
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