Esta frase de sabidurÃa popular es la que debe resumir el estado del ayuntamiento de Villarobledo tras la perdida del Viña Rock.
El Viña Rock no es un festival que se adapte precisamente a los gustos musicales de los tripulantes de esta furgoneta, pero lo que si hay que reconocerle es que es uno de los más exitosos de la penÃnsula ibérica.
El festival ha crecido impresionantemente, y necesitaba unas mejores considerables en su infraestructura e instalaciones para soportar tal afluencia de público. Estas mejoras, fueron prometidas año tras año por el ayuntamiento, pero menos algunas actuaciones menores, este no hizo nada, hecho que ha llevado a la promotora del festival a marcharse a otra ciudad donde les han dado todas las facilidades del mundo y sobre todo, un recinto que les sirva para cumplir las expectativas y las necesidades de su público, que es al que se deben. La ciudad elegida ha sido Benicasim, que les ha cedido el recinto donde todos los años se celebra el FIB.
Al parecer la decisión no le ha sentado nada bien a la alcaldÃa de Villarobledo, que ve como por no tomar las medidas oportunas a tiempo, ha perdido la inyección económica que para el municipio significaba la celebración de este festival año tras año. Y por lo visto el alcalde no esta encajando muy bien el golpe, y el director del festival ha denunciado ciertas actuaciones de este en un artÃculo publicado en la web oficial del Viña Rock.
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