Uno de los discos a los que más cariño tengo es al «Smile» (2000) de The Jayhawks, durante una buena temporada fue el hilo musical de una de las mejores experiencias laborales de mi vida, cuando trabajé en una tienda de discos junto a los que aún hoy, varios años después, considero mis amigos. Tanto es lo que asocio ese disco a aquellos momentos (junto con el «Rockstation» de McNamara) que nunca me he planteado escucharlo por voluntad propia fuera de ese templo que esta cercano a su cierre, de hecho aún lo tengo en mi colección personal debidamente precintado.
Hoy mientras hago un paréntesis (gracias a Spotify ese disco seguirá en su plástico) en esa especie de seudo regla no escrita y me embargan los buenos recuerdos, solo puedo pensar que el próximo disco de The Jayhawks, que nos llegará en primavera de 2011, ojalá llegue a significar algo parecido a lo que significó aquel, asociándolo a los grandes momentos, los mejores de mi vida, que en estos momentos estoy viviendo.
Centrándonos ya en el apartado musical, aquel disco me sirvió para conocer a la banda y para descubrir el magnÃfico «Tomorrow the Green Grass» (1995), último disco de la banda en el que participaron conjuntamente Gary Louris y Mark Olson antes de que este último decidiese centrarse en su familia.
Último hasta ahora, porque los dos vuelven a trabajar juntos para este nuevo disco de The Jayhawks, un disco que se convierte desde ya en un «must have» para el año que viene, y más cuando lees palabras como las que a continuación reproducimos de boca de Gary Louris:
Algo pasa cuando Mark y yo estamos juntos. Nos miramos y nos damos cuenta de que hay quÃmica. Nos equilibramos bastante y hacemos algo completamente distinto a lo que hacemos cuando estamos separados.
VÃa: jenesaispop.com
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