The New Raemon y Clara Viñals acústicos en el Cotton Club

Hay días tontos en los que, de pronto, tienes plan, y es que pocas horas antes había leído en facebook que en el bilbaíno Cotton Club se iba a celebrar un doble concierto acústico, por un lado Clara Viñals, compositora y vocaista de Renaldo & Clara, y por otro Ramón Rodriguez, compositor y vocalista de The New Raemon. Así que ni lo dudé y llamé a nuestro querido hijo pródigo Kansei y nos dirigimos a dicho club bajo las inclemencias de un tiempo poco clemente.

Lo bueno del Cotton en que es muy agradecido y enseguida se llena. Los cientos de chapas de botella decorando las paredes y la luz baja, junto a las fotos firmadas de los que han actuado hace que el ambiente sea agradable, y lo pequeño de la propuesta hace que sea perfecto para conciertos pequeños, que en ocasiones, son los más grandes.

La primera en salir fue Clara Viñals, de una fragilidad y timidez extremas, pero dotada de una sensibilidad especial para las melodías y con una voz que es material sensible. Hay mucho ruido ¿no? ¿Es porque no entendéis las letras en catalán? Fue su queja con buena cara ante los que no callaban ni debajo del agua, esos seres que se reproducen en los conciertos y que cada día son más abundantes.

http://www.youtube.com/watch?v=jcfiuPHUm-8

Presentó sus dos eps (Renaldo & Clara y Lilà) sola con guitarra en apenas 40 minutos. Nos confesó que el tema Sant Martí la escribió enfadada el día de su cumpleaños porque se había enfadado con su novio, tarareó sonriente un trozo que en el disco tocaba su guitarrista y que ella no había aprendido y se despidió con un tema escrito en frances (escrita al tún tún).

Acto seguido (lo bueno de los conciertos acústicos es que no hay cambios de instrumentos, me dijo acertadamente Kansei) salió Ramón Rodriguez y entró como un elefante en una cacharrería, pidiendo a la gente que se acercase más y elevando la voz mucho más que Clara. Se le notan las tablas, aun estando a solas abrazando una guitarra. Vino a presentar su nuevo disco Tinieblas, por fin, y demostró lo que ya sabemos; que presentando las canciones es un payaso y que componiendo y cantando es muy bueno.

En algo más de una hora fue tocando canciones de uno y otro disco, divirtiendo al público con sus chorradas (dicho de buen rollo) y demostrando que se puede hacer un buen concierto pop solo con una guitarra, algo en lo que es experto Javier Álvarez. Hizo alguna versión como la excelente Virginia de David Bazan (eso sí la voz de Bazan es inimitable) y terminó con Tú, Garfunkel, con lo que todos contentos para casa.