The Toy Dolls es uno de esos grupos que no se suelen tener en cuenta, son demasiado amables para ser punks y son demasiado punk para ser considerados como un grupo pop, además es difÃcil, si no eres seguidor, reconocer una canción de otra, es de esos grupos machacones que tienen un estilo tan cerrado que empieza y acaba con ellos (eso mismo pasa, por ejemplo a AC/DC o a Ramones por poner dos ejemplos). Pero es cierto que es una banda que lleva 34 años divirtiendo al personal sin variar un ápice su impronta, y eso es algo que se agradece, porque no es muy común ver a un grupo que factura un disco con el mismo sonido de hace 30 años. ¿Es bueno eso? No lo sé, pero desde luego no se les puede negar estilo y personalidad.
El pasado sábado recalaron en Barakaldo en una minigira europea, para presentar su nuevo (¿nuevo?) disco «The album after the last one«, del que cayeron varios temas, aunque sin duda los más celebrados fueron los que tienen más de 20 años, esos que nos grabábamos en cassettes en clase, los de los discos cuyas portadas nos conocemos de memoria, y es que cayeron todas: Nellie the elephant, She goes to Finos, Bless you my son, Lambrusco kids, Fiery Jack, Glenda and the test tube baby,Dig that groove baby (con la que acabaron) y un largo etcétera, porque en apenas hora y media aquello fue una metralleta de canciones (2 o 3 minutos).
De la banda solo queda Michael Algar «Olga», que no dejó de sonreir, tocar, cantar y sudar. Efectivamente, demasiado amable para ser punk. Yo al menos se lo agradecÃ. El resto de la banda, bajo y bateria, cumplieron de sobra, tocando a todo trapo, marcándose esas pretendidamente ridÃculas coreografÃas, y no dejando que cayera en ningún momento el espectáculo. Entrañables, divertidos, conectan con mi manera de ver la sátira y crÃtica social, esto es, con ironÃa y con humor, más que con violencia y exabruptos. Larga vida a los Toy Dolls!!
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