“Oye, ésta crÃtica la haces tú, que te molan los Surfin’ Bichosâ€. Y yo voy y digo que vale. Son cosas del directo, el caso es que la oferta-lavada-de-manos de Lucce me apetecÃa. No puedo negar que mi afición por el triunvirato SurfÃn-Chucho–Mercromina me hacÃa ser el candidato nº1 para sentarme, por un dÃa, al volante de la furgoneta. Pues bien, coloco los retrovisores, giro la llave, vamos allá.
Era la segunda vez que Ãba a la sala Santana, la primera hace meses para ver a Yann Tiersen (¿colgaremos algún dÃa la crÃtica Jaet32?) y me gusta la sala, tiene buena acustica. Quedé con Lucce, Jaet32 y Koala, que ya me habÃa dicho un par de veces que los Brakes eran muy buenos. Ya estamos, pensaba yo, otro grupito-flor-de-un-dia. Y la verdad es que desconozco su fecha de caducidad pero sonaron potentes y contundentes. 2 guitarras, un bajo y un bateria que desmenuzaron su último cd, o al menos eso me dijo Ko. Temas breves con flirteos desde el punk hasta el country pasando por las pistas de baile. Pero yo estaba ansioso, a pesar de querer parecer lo contrario por reencontrarme con un grupo que ha sido fuente de mi pasado.
No se hicieron esperar y unas campanas, quizás mortuorias, anunciaban esa colección de salmos que nos tenÃan preparado. Y es que Alfaro tiene mucho de maestro litúrgico de ceremonias y sus letras sobre ángeles caÃdos y demonios adorables son un bálsamo y un espejismo en un panorama de canciones-de-amor. Pero viene la letra pequeña y es que el sonido fue aberrante (ya lo he puesto, Lucce, ¿contento?) y a Fernando Alfaro a penas se le entendÃa hasta cuando hablaba, cosa que empañó por lo menos la mitad del espectáculo, privando a los neófitos de unas letras que me parecen de lo mejor que se ha escrito en éste paÃs en muchos años. Joaquin Pascual, al igual que el resto del grupo estuvieron fabulosos y, lástima, la bella Isabel León estuvo bloqueada bajo un manto de ruido y no pudimos escuchar bien sus coros naïf (para los interesados os remito a ese discazo suyo llamado Istochnikov, de Limbostarr).
Una a una fueron cantando todas las canciones emblemáticas de sus discos, entre las que brillaron “Comida china y subfusilesâ€, “Hey Lázaroâ€, “Abrazo en un terremotoâ€, “Efervescenteâ€, “Mi hermano carnalâ€, “Gente abolladaâ€, “Fuerte . Brutal, y hubiese sido memorable de haber ecualizado un poquito mejor la voz del frontman y es que la voz de Alfaro es para canciones acústicas, porque debajo de tanto ruido es apenas audible. Es como una caricia bajo los escombros, en definitiva como un abrazo en un terremoto.
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