Arenal Sound (III): Viernes: la Liga Indie, como la Española, a la Escocesa

Y llegamos al viernes en el Arenal Sound. Jornada con un claro vencedor, al menos en cuanto a público asistente. Día en el que se ratifica ese fenómeno llamado Vetusta Morla. Noche que, junto a la del sábado (en la que tocaron Love of Lesbian), pone de manfiesto que la Liga Indie patria es como la española de fútbol, es decir, como la escocesa. Están el Celtic y el Rangers y luego los demás; están el Barça y el Madrid jugando a otra cosa y luego el resto; están Vetusta Morla y Love of Lesbian y por detrás un montón de bandas.

Estoy cansado de comentar o escribir acerca de lo mucho que me sorprende el fenómeno alcanzado por estos dos grupos. No son dos conjuntos que me desagraden (tampoco que me entusiasmen) y puedo reconocer que tienen temas buenos y demás, pero impacta ver a bandas más o menos históricas como, por ejemplo, La Habitación Roja con un tamaño de fuente mucho más pequeña en el cartel, actuando en un escenario menor y ante apenas… ¿2000 personas? Los otros, sin embargo, son cabeza de cartel, tocan en el escenario principal ante más de 40.000 almas que corean desgañitadas todas y cada una de las canciones interpretadas, etc…

En fin, como digo, simplemente sigo exponiendo mi extrañeza ante este hecho y lo hago sin criticar negativamente por ello a ambos grupos. Es más, me alegro por ellos y, antes de que, a pesar de todo, me empiecen a llover palos por todos lados… ¿alguien me lo puede explicar? Gracias.

Bueno, precisamente para no seguir alimentando el fenómeno, vamos a ver que aconteció en el Arenal Sound esta segunda jornada. Y es que sí, hubo vida más allá de Vetusta Morla ese viernes 5 de agosto…

La Vieja Morla: este día llegamos un poco más pronto a Burriana (tirando de taxi, ya saben) y nos dimos un garbeo por los escenarios más cercanos a la playa aprovechando que aún brillaba el sol. Concretamente, en el Desperados escuchamos cómo nos llegaban las notas de un conjunto. Tuve que revisar la hoja con la programación para ver si no me había enterado de que la organización había contratado a El Canto del Loco o algo así. Y no, era un simpático grupo canario llamado La Vieja Morla cuya propuesta, sinceramente, no me dijo nada. Les veo más para festivales organizados por la MTV. Ahí seguro que lo petan. 4.

Dinero: vuelta a la explanada principal del recinto del Arenal Sound y, más concretamente, a su escenario secundario. Mientras degustábamos una pizza realizada por una extensa familia hippie, presenciamos a Dinero. Me sorprendió la cantidad de fieles que este conjunto congregó. Guitarreo contundente, actitud que rayaba lo macarrónico y, para mí, poco más. 4.

La Habitación Roja: cita obligada con una de esas bandas que marcaron mi post-adolescencia indie. Hacía mucho que no les veía y he de reconocer que no he prestado gran atención a sus últimos trabajos. De hecho, una sonrisilla se me dibujó en la cara cuando arrancaron el bolo con «Largometraje«, primer corte de su segundo trabajo, de título homónimo. A partir de ahí, ofrecieron un directo en el que no percibí tanta contundencia como en otras citas a las que he tenido el placer de asistir. Posiblemente ésto se debiera a una mala sonorización por parte del técnico. Además, el hecho de que tocaran a las 20:00 horas les restó, en mi opinión, algo de magia. Aún así, podemos rescatar algunos momentos para ponerles, por qué no, un 7. A destacar que su frontman dedicó «Van a por nosotros» a todos los indignados y desalojados de las plazas.

Triángulo de Amor Bizarro: un grupo al que tenía especial interés de ver en directo ya que aún no lo había hecho. Una banda aclamada por la crítica especializada y ampliamente galardonada en los premios UFI por su «Año Santo«. Indicadores todos ellos que, sin embargo, no consiguieron que mucha gente se acercarse al escenario principal para ver su ruidista propuesta. Es más, me atrevería a decir que mucho del público que se agolpaba cerca de las tablas lo hacía más por esperar a la siguiente banda que actuaría en el mismo sitio (¿adivinan de quiénes hablo?) una hora y media después. Tras la declaración «Vamos a darle un poquillo» de su frontwoman, nos sumergimos en un muro sónico pétreo, al que se sumaron bastantes problemas técnicos que, en mi opinión, rompieron una continuidad que creo le hubiera dado mayor empaque a la actuación de los gallegos, aunque su bolo hubiese durado sólo media hora. Dudo que con este concierto consiguiesen nuevos fans los amigos TAB. Eso sí, me pareció acojonante el cierre con «Baile de los Caídos«. 6.

Vetusta Morla: bueno, de alguna manera, ya hemos hablado, casi sin querer, del concierto de los madrileños. El caso es que, como ya he dicho, hora y pico antes de que saliesen a escena, la concurrencia ya se apretaba de mala manera frente al escenario. Apuesto a que la mayor parte del camping aplazó hasta después del concierto su botellón. El caso es que escuchabas a chicas y chicos reconocer que sólo venían hoy para ver a los Vetusta. Chicas y chicos que la gozan con ellos y con Andy & Lucas. Chicas que portaban pancartas con la leyenda ‘Pucho, vamos a hacer Pucheritos‘. Chicas que sufrieron (y esto es verídico) lipotimias al segundo tema (no sé si producto de la emoción o del calor consecuente a la terrible masificación reinante). Etcétera. ¿Y el concierto? Bien, gracias. Muy similar al del Bilbao BBK Live. Con momentos de gran intensidad, medios tiempos de mecheros al cielo, con un Pucho que encandiló a sus fans sacando a relucir en varias ocasiones su arsenal poético y con un amplio repaso a sus dos trabajos de estudio, de los cuales su fiel masa celebraba más los del 1º… En fin, pues eso, el Real Madrid arrasando en la jornada de viernes, en esta Liga Indie-Española-Escocesa. 7.

Scissor Sisters: carnaval, fiesta y desenfreno. Esto es lo que trajeron los estadounidenses a Burriana. Puro espectáculo, aderezado con serpientes gigantes de papel de plata, estudiadas coreografías, bolas de fuego, el abdomen de su frontman, etc… Una pena, confieso, haberlo disfrutado desde la grada VIP, pero es que el agobio con Vetusta Morla nos empujó a lugares más cómodos (a pesar de que el descenso de público fue importante) En fin,muy divertido. Son estos el tipo de conciertos que gusta de ver en un (macro)festival de estas características. Lo mejor de la noche. 8.

Vive la Fête: una intro con el «Highway to Hell» de AC/DC como declaración de intenciones y, desgraciadamente, un electroclash monótono es lo que acabaron ofreciendo los belgas Vive la Fête. Actitud, eso sí, y mucha la de la tremenda (en todos los sentidos – perdón por este comentario cargado de testosterona -) Els Pynoo y la de su señor esposo, así como la del resto de la banda. A lo mejor con un poquito menos de cansancio el que abajo firma lo hubiese disfrutado más y hubiese dado otra valoración. 6.

C’est fini. La farra de la jornada anterior ya pesaba demasiado y nos quedamos sin ver las sesiones de Eme DJ y Calvin Harris. Hora de buscar taxi (una operación que resultó casi quimérica esa noche) y de rezar pensando lo que podía ser ésto, visto lo visto, cuando el Barça, perdón, Love of Lesbian tocasen al día siguiente a las 2:30 de la noche. Pero eso ya lo dejamos para mañana.