
Definitivamente mi cuerpo serrano ya no está para estos trotes y más con el abrasivo calor que golpeaba Burriana el pasado sábado a eso de las 20:00 de la tarde en el recinto del Arenal Sound. Una canÃcula que hacÃa que nos compadeciésemos de los miles de sounders hacinados (según todas las referencias que he podido leer estos dÃas) en el camping…
Pero, a pesar de que, como digo, ya no estoy para festivales de tres dÃas de duración, esta jornada final (aún quedaba el domingo pero la oferta musical de dicho dÃa no tenÃa ningún tipo de atractivo para mà y más aún tras conocer que los Zombie Kids se habÃan caÃdo a última hora) era, a priori, la más atractiva para este que escribe.
De hecho, este sábado 6 de agosto fue la fecha en la que presenciamos el, para mÃ, mejor concierto de todo el Arenal Sound (luego os digo cuál) y era la jornada más orientada a la juerga y al baile, según la composición del cartel…
Dicho lo cual, movamos las manillas del reloj hasta las mencionadas 20:00 horas del sábado de la semana pasada y lancémonos a describir, en la opinión de este vuestro humilde escribano, las sensaciones que nos transmitieron los directos presenciados…
We Are Standard: quejas con la boca pequeña dirección al escenario Legendario (el secundario) para ver a We Are Standard. Quejas sobre el calor y sobre la hora en la que habÃan programado la actuación de los getxotarras… Lamentos que fueron apagándose a medida que sonaban sus primeros temas. A los WAS les da igual dÃa que noche y sus directos son garantÃa, a cualquier hora, de diversión. Con un Deu en bañador y con el brazo derecho lesionado, consiguieron hacernos sudar la gota gorda a base de los rÃtmicos trallazos de sus dos discos, asà como de dos nuevos temas que saldrán en formato EP el próximo mes de septiembre. Gran concierto bajo un sol de justicia que auguraba una gran noche. 8.
El Guincho: uno de los conciertos a los que más ganas le tenÃa de este Arenal Sound. Tuve la suerte de ver al canario y a sus escuderos de Extraperlo en el Kafe Antzoki bilbaÃno el pasado mes de enero y me dejó un extraordinario sabor de boca. Sin embargo, esta vez, no acierto a saber muy bien por qué, no me acabó de enganchar su actuación. No sé si atribuÃrselo al calor (siento ser pesado) a una mala sonorización o también en este caso al horario en el que actuaron, pero ni siquiera sus hits «Bombay» o «Palmito’s Park» me hicieron moverme en demasÃa. Eso sÃ, momentazo ñoño-emotivo fue ver anochecer con su música como banda sonora. 6.

Miss CafeÃna: demasiada resaca me habÃa dejado ayer el bolo de Vetusta Morla como para prestar toda mi más positiva atención o un mÃnimo de entusiasmo al concierto de Miss CafeÃna. El cuerpo me pedÃa otro tipo de sonidos y propuestas y aprovechamos para cenar… ¿Alguien quiere aportar algo al respecto? Gracias.
Delorean: soy (somos en La Furgo) muy fan de Delorean pero he de reconocer que las últimas ocasiones que he tenido la oportunidad de verles en directo me habÃa quedado un regusto raro o, cuando menos, me habÃa descolocado su planteamiento excesivamente raver, su propuesta ultra-electrónica-psicodélica, no apta para gentes con corazón pop, como el abajo firmante. Este hecho propició que me acercase al bolo de los de Zarautz en Burriana con reservas. Y he aquà que, al revés de lo sucedido con El Guincho, me reconciliase nueva y totalmente con el conjunto de Ekhi, Unai y cÃa. Espectacular. Desde el primero hasta el último de los temas, dieron un concierto directo, con una sucesión imparable de sus hits (tanto de «Subiza» como del «Ayrton Senna«), tamizados, claro está, por los oleajes electrónicos que ya son marca de la casa. Digamos, por tanto, que, afortunadamente, los Delorean no pasaron esa tarde por la farmacia y ofrecieron un bolo… pues eso… más pop de lo que últimamente nos tenÃan acostumbrados. Eso sÃ, no sé si es porque ellos no disfrutaron con esta fórmula o por lo que sea, pero su concierto SÓLO duró una hora, algo realmente extraño cuando el resto de los conjuntos que habÃan actuado en el escenario principal durante los tres dÃas habÃan clavado la hora y media. En todo caso, una grandÃsima hora que hizo que yo y creo que el resto del público acabásemos totalmente empapados en sudor. 9.
Varry Brava: muy pero que muy interesante lo que nos llegaba a la grada VIP desde el escenario secundario. Unos tales Varry Brava estaban poniendo patas arriba el Arenal Sound. A punto estuvimos de bajar, pero preferimos descansar para Rinôçèrôse. Nombre apuntado en la libreta y ahora a disfrutarles en el Ebrovision, festival que les ha confirmado para su próxima edición. 8.
Rinôçèrôse: pues casi que nos tenÃamos que haber bajado a darlo todo al bolo de los Varry Brava. Salvemos las apenas dos concesiones que el matrimonio de Toulouse y acompañantes tuvieron a su glorioso «Le Mobilier» y poco más. Cada vez me molan menos en directo. Cada vez abusan más de sus temas más guitarreros cuando lo que a mà más me entusiasmó de ellos fueron sus devaneos electrónicos del principio de su carrera. Al final, me llegaron a resultar hasta aburridos. 4.
Layabouts: oasis garajero para los fans de los pÃldorazos guitarreros. También disfrutados desde la lejanÃa, Layabouts supusieron una especie de rara avis en un cartel como el de este Arenal Sound. Divertidos pero tampoco como para tirar cohetes. 6.
Love of Lesbian: pues lo que decÃamos ayer. Una vez acabado el concierto de Rinôçèrôse, la gente se quedó frente al escenario principal para esperar pacientemente a Santi Balmes y compañÃa. Otro infierno en forma de masificación. Otro carnaval en el que buena parte de los fans se disfrazaron con camisetas de John Boy, con maquillaje negro en los ojos y fragmentos de canciones de LOL tatuadas torpemente en sus pieles. Y para qué quieres más… Van y los barceloneses arrancan con ese himno del indie-mainstream que es «Club de fans de John Boy«. Y el éxtasis. Y la locura. Y nosotros, hoy sÃ, viendo la faena desde la barrera. Y precisamente no sé si por este hecho o porque, como el propio Balmes confesó, estaban de resaca, noté que faltaba algo de intensidad… No sé… El otro dÃa un comentarista furgonetero también comentaba algo de que la sonorización fue muy mala y puede que no le falte razón. Sea como fuere, todo ello no era óbice para que los aproximadamente 40.000 asistentes se dejaran la voz cantando los temas de Love of Lesbian. 6.

Y dado que nosotros no estábamos por la labor de cantar nada y, mucho menos, de tirarnos otra hora esperando un taxi, vimos que la ocasión la pintaban calva y abandonamos el recinto del Arenal Sound dejando atrás la épica lesbiana, para adentrarnos en un macrobotellón bakala que, a esas horas, se estaba desarrollando en los aledaños del recinto, por personajes que no tenÃan mucha pinta de que lo que estaba sucediendo dentro les importase mucho.
Fin. Se acabaron mis txapas sobre el Arenal Sound. El festival, en general, ha molado. Con el éxito en cuanto asistencia podemos tener la esperanza de que el próximo año se curren un señor cartel. También hemos de pensar en que con algunos de los fracasos cosechados (camping, accesos, transporte, etc…) sus organizadores se pondrán a trabajar a solventarlos desde ya. Dicho lo cual, podemos augurar que este Arenal Sound de Burriana pueda llegar a convertirse en uno de los festivales más importantes de España.
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