La verdad es que es difÃcil ponerse a escribir una crónica sobre el sábado 15 en el Bilbao Live Festival, viendo lo bien que lo ha hecho lucce con el Summercase, pero tendré que intentarlo, porque lo prometido es deuda.
Llegamos a las inmediaciones de San Mames a eso de las nueve de la noche, ya que debido a compromisos previos no pudimos acercarnos antes al festival, no nos costo nada encontrar los autobuses y tampoco tuvimos que esperar antes de que se pusiese en marcha uno rumbo a Kobetamendi con nosotros dentro.
Nada mas llegar cambiamos nuestro dinero, por esas curiosas monedas del festival, cuya finalidad en todo momento fue la de refrescarnos y hacernos mas llevadera la calurosa noche.
Mientras hacÃamos tiempo a la entrada del recinto se escuchaban la música de The Pretenders que ofrecieron un repaso a toda su discografÃa y que según nos contaron, a Chrissie Hynde se le noto su experiencia y buen hacer sobre el escenario, ofreciendo lo que para muchos fue uno de los mejores conciertos del festival, y del que nosotros solo pudimos disfrutar su ultimo tema.
Tocaba peregrinaje al escenario principal para ver a Andres Calamaro y Ariel Rot, la verdad es que el concierto en si estuvo bien, la gente bailo y disfruto, pero a mi entender, no acabo de estallar, a pesar de rescatar algunos temas de Tequila.
Era el turno de Los Planetas, que tras el cambio de horario por la caÃda del informal Tricky, ocupaban un horario mas acorde con su caché, aunque la verdad en buena hora, nos ofrecieron un concierto lineal, con un repertorio excesivamente tranquilo, que no va para nada con este tipo de actuaciones cortas en un festival, faltándoles además vatios al sonido, que en ningún momento consiguió envolver la voz J como deberÃa, a pesar de que el concierto fue de menos a mas, es para mi la peor de la actualizaciones que les he visto, y os aseguro que van unas cuantas.
Seguido y de nuevo en el escenario principal Placebo, los de Brian Molko ofrecieron un buen concierto, en el que predominaron temas de su ultimo largo y en el que justo cuando estábamos ya envueltos por la fiesta y la intensidad de sus acordes, se acabo.
Igual paso con Rinocerose, siempre divertidos y consiguiendo que el público baile y disfrute, pero en este caso justo cuando el concierto rompÃa y todos estábamos contagiados por su dinamismo, también acabo, dejándonos con ganas de seguir bailando, por lo que nos dirigimos a las carpas para acabar con ese ansia.
Y cuando ya tenÃamos el cuerpo machacado, toco volver, y de nuevo, ningún problema para conseguir entrar en un autobús que nos dejase de nuevo en San Mames.
Como resumen, doy un 10 a la organización y un 7 a los conciertos, por lo menos a los que yo asistÃ, y como parece que todo indica que habrá segunda edición, pues darles la enhorabuena y desear a la organización suerte de cara al año que viene.
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