
Un cartel de «Sold Out» preconizó lo que, a priori, nos Ãbamos a encontrar el pasado jueves 18 de noviembre en el Kafe Antzoki de Bilbao: una lata de sardinas patilludas, modernistas y elegantes que iban a sudar con los ritmos de uno de los fenómenos actuales de un soul añejo: Eli ‘Paperboy’ Reed y su explosiva banda The True Loves.
La creme de la creme bilbaÃna y de las cercanÃas se reunió para presenciar un show del que todos habÃan oÃdo maravillas por lo abrasivo de su espectáculo, por el derroche de su frontman y por su calidad musical. Y es cierto que algo asà es lo que se vivió esa citada noche, pero quizá se quedó un poco corto para los que ya habÃamos tenido la suerte de presenciar el directo del repartidor de periódicos de Boston, como es el caso de este humilde escribano.
Y es que, casi un año después de mi primera vez ante Eli y compañÃa (la noche de reyes pasada en el festival Actual de Logroño), aún estaba impactado por lo presenciado. Sin embargo, esta vez, no estuvo mal pero no fue tan bruto como en aquella. Quizá es que el señor Reed andaba flaqueando a estas alturas del año ante una extensa y agotadora gira que le ha llevado por todo el mundo; quizá es que tuviera la garganta maltrecha (lo cual no es de extrañar, dados sus impresionantes gritos) lo cual llevó a la organización a pedir que el público asistente no fumara (algo que no habÃa visto nunca y que, como podrán imaginar, no fue secundado por parte del respetable); a lo mejor es que su último trabajo, el ‘Come on Get It‘, se mueve por devaneos más pop en los que la garra queda aparcada en detrimento de más melodÃa… Sea como fuere, sea porque le faltaba escenario o, simplemente, porque segundas partes nunca fueron buenas, la actuación del pasado jueves no me impresionó tanto como el bolo de Logroño.
A pesar de ello, a dÃa de hoy es una auténtica gozada poder asistir a un concierto de estas caracterÃsticas, es decir, con una banda de acompañamiento que roza la perfección, con una actitud abierta y dialogante que invita a la participación del público por parte del lÃder o, en definitiva, poder ir a un espectáculo de soul puro que nos retrotrae a lo que debieron ser, allá por los 60, directos de monstruos como Otis Reding o James Brown en el Apolo (aunque algunos hayan evitado el paralelismo con éste último en su crónica. Un saludo, Kó)
Por mi parte eché en falta, curiosamente, temas calmados, baladones con alma, en los que Eli parece desnudarse a su público. Asimismo, la gente que ya le habÃamos visto, también echamos de menos la entrega que lleva al pequeño soulman a revolcarse por los suelos y a acabar con la elegante camisa totalmente empapada en sudor…
Aún asÃ, poniéndome en la piel de mis acompañantes neófitos, se puede dar fe de que, aún a medio gas, el directo de Eli ‘Paperboy’ Reed & The True Loves es arrollador, invita al baile y a quedarte con la boca abierta; y es que les sobra calidad y, evidentemente, canciones: repaso completo a sus dos últimos trabajos con una mayor implicación del respetable cuando eran temas de su anterior e impresionante disco ‘Roll With You‘.
En resumen, que creo que, pese a lo expuesto, el concierto de Eli fue perfecto para ir sin conocerlo o para ser la primera vez que alguien acude a verlo; pudo resultar decepcionante para los amigos que habÃan escuchado loas increÃbles a sus directos (no en el caso de los mÃos); y, por último, un poco descafeinado para los que no era la primera vez que veÃamos este show.
En cualquier caso, lo que está claro es que, hoy por hoy, un directo asà es garantÃa de calidad y no tengo ninguna duda de que, a pesar de que esta crónica les pueda parecer contradictoria, si mañana mismo Eli ‘Paperboy & The True Loves volviesen a actuar en las cercanÃas, el que abajo firma volverÃa a estar presente para disfrutar de ellos.
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