Continuamos el repaso a lo acaecido en la última edición del festival Ebrovision, analizando esta vez lo que nuestras enfermas mentes percibieron durante la jornada del sábado, un dÃa que, les avanzo, estará marcada por la galvana, el cansancio o, para ser sinceros, por una inmensa resaca fruto de la farra del viernes.
Y es que los cuerpos serranos que portamos ya no están preparados para dos jornadas seguidas de fiestuqui (salvo honrosas excepciones, ¿eh, mÃster Estébanez?) por lo que, para bien o para mal, esta crónica va a estar marcada por dicho estado.
Por último, antes de comenzar la crónica grupo por grupo propiamente dicha, anticipar también que, para quien abajo firma, además de ser el peor cartel de todas las ediciones de este festival, concretamente esta jornada de sábado era la menos atractiva, por lo que, ésto unido al cansancio comentado, creaban unas expectativas muy negativas, pero mejor comprueben ustedes qué me pareció lo allà presenciado:
Cooper: quizá el concierto que más me motivaba de este dÃa y, desgraciadamente, fue, con diferencia, uno de los más flojos. Don Alejandro DÃez mostró una apatÃa poco propia de él y eso se dejó ver en el espectáculo que nos presentó. A medio gas durante toda su actuación, la selección de temas de su directo también evidenció esta postura, sin que acabara de arrancarse por ninguno de esos trallazos que esconde su peculiar discografÃa. Una lástima. No sé si esto fue motivado por el hecho de abrir cartel esta jornada, pero, sea como fuere, no le puedo dar el aprobado y le dejaremos con un 4.
Catpeople: un grupo del que poco he escuchado y del que en los primeros acordes de su bolo en Miranda evidenciaron los clarÃsimos referentes que les influyen: The Editors, The Cure, Interpol… Eso sÃ, tratémosles como alumnos aventajados porque hay que reconocer que lo hacen muy bien y que son capaces de arrastrar a un público entregado a cada uno de sus temas y eso no lo hace cualquier imitador de medio pelo. Habrá que prestarles más atención a partir de ahora. Un 7 para los gallegos.
The Right Ons: el concierto del festival. Sin duda. El derroche de energÃa de estos tÃos es espectacular. IncreÃble. Su capacidad de hacer mover a un respetable cansado y agotado (como era nuestro caso) de la jornada anterior es sencilla: lo hacen, simplemente, tocando cada una de sus canciones como si fuera la última. A pesar de todo, reconozco que acudÃa con ciertas reservas a su directo. Cuando les vi en Bilbao me parecieron un poco (aunque no se lo crean) aburridos o, más bien, lineales desde un punto de vista estilÃstico. En su nuevo trabajo han ahondado en más influencias (negras, por supuesto) y han ampliado vistas. Además, la incorporación desde aquel bolo de Bilbao a éste de un teclista le ha dado vida y heterogeneidad al grupo. De verdad, impresionantes. Sólo por canciones como «That’s New York» (valeeeeee, lo reconozco, es la más pop de todo su repertorio…) merece la pena verles. Verles y hacerse con su disco, acción que hice nada más terminar su concierto. Geniales. Un 9 para que no me llamen cienfiebres si les pongo un 10.
Love Of Lesbian: no acabo de entender muy bien el fenómeno de estos tÃos. Fueron uno de los grupos que más peña arrastró hasta el Muntifuncional de Bayas. No sé cómo lo han hecho; su último disco, ‘1999’, está bien, vale, pero, personalmente, tampoco me parece como para que ahora sean la gran esperanza blanca del panorama musical patrio (perdón, deberÃa decir estatal, que son catalanes) No sé. Reconozco que el directo fue cojonudo: entregados, muy interactivos con el respetable, pero no sé,… No acabo de pillarles. Insisto, reconozco que lo hicieron muy bien, que el disco suena bien, pero a mà no me emocionan, no me enganchan… Aún asÃ, démosles un 8, no vaya a ser que miles de jovenzuelos con camisetas de John Boy me persigan para darme muerte. En fin, vaya movida lo de los Love of Lesbian… No sé…
Cycle: venga, acabemos cuanto antes: brutales las poses de la China, una auténtica diva. Y brutalÃsimos los saltos, movimientos y diferentes contorneos que un musculado joven estaba dando junto a nosotros en el concierto de Cycle. Lo demás, ná de ná. Tan de ná como que cuando JaeT acabó de hacer las fotos que acompañan las crónicas del viernes y de hoy, pusimos pies en polvorosa al hostal. Por ello un 4, repartiéndonos responsabilidades de la nota entre los artistas (osea, nosotros) y Cycle.
Las sesiones de DJ’s de este dÃa también fueron sustituidas por un reparador sueño que nos ayudara a mejorar de los estados carenciales ocasionados por un viernes demasiado hardcore. Lo sentimos por ellos, en especial, por Optigan1 a quien desde aquà le deseamos lo mejor en su nueva faceta de dantzari…
Bueno amigos, el año que viene volveremos a Miranda, seguro. Y volveremos como en los meses de enero de cada año, es decir, haciendo juramento de no desfasar el viernes, como el que se compromete a dejar de fumar el primer mes del año. Que nos conocemos, que son viejas sensaciones.
Ha sido un placer.
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