Entrevista con Luis Eduardo Aute

Los lectores furgoneteros ya sabrán de mi pasión por este aniMal de Manila, como se autedenomina Aute. En varias ocasiones he hablado de sus discos, conciertos, películas y, después de años de disfrutar de su obra por fin he podido hacerle una entrevista pero… ¿qué preguntar a alguien del que te sabes casi todo, del que devoras otras entrevistas? ¿Cómo afronto el cuestionario? ¿Como un periodista (que no lo soy) neutral (menos todavía)? ¿Como un fan pelota? Lo que está claro es que tengo que hacer guiños para que vea que sigo su obra y le admiro, pero que no quede cutre…Joder qué difícil, media hora y con una pregunta a medio hacer.

Pero al final pude deshacerme de autoprejuicios y losas y acabé redactando varias preguntas que, quizás, pequen más de autocomplacientes (dudas de fan) que otra cosa. Lo que sea, el caso es que Luis Eduardo Aute aceptó contestarlas y aquí están. Perdón por la larga introducción y vamos allá.

La Furgoneta Azul: Acabas de presentar El niño que miraba el mar, un nuevo proyecto que engloba un disco, cuento y una película llamadas a su vez El niño y el basilisco, una historia muda, surrealista, terrorífica y con tintes autobiográficos. Y todo inspirado por una fotografía que te hizo tu hija en La Habana. Y luego te quejas de las musas…

Luis Eduardo Aute: No me quejo de las musas, querido amigo Javier, qué sería de uno sin ellas… Me quejo de que demasiadas veces se me ponen muy rebeldes.

LFA: La gira de presentación del disco incluye la proyección de la película (20 minutos) justo antes de salir a cantar. ¿No es muy arriesgado? ¿Notas, al salir, al público impaciente?

LEA: Arriesgado es, porque nunca se ha hecho, pero vivir es arriesgarse, para bien o para mal. No, no siento al público impaciente al salir, lo siento histérico, pero hay cosas mucho peores que es el riesgo de venir a mis conciertos.

LFA: En tus conciertos hay dos constantes; la presentación de un disco es radicalmente distinto al concierto del disco anterior y la duración, en torno a las tres horas. Desde luego, como dices, eres muy generoso pero volvemos al riesgo ¿Cuándo y como surge la decisión de tocar el disco nuevo entero e ir prescindiendo de éxitos? Supongo que 69 años es una buena edad para hacer lo que uno quiere ¿No?

LEA: Siempre que he presentado un disco nuevo he cantado todas las canciones, o casi todas, desde que empecé a dar conciertos.
Cantar los éxitos sería lo fácil, y a mi me gusta ponérmelo difícil. Es un masoquismo congénito, lo siento.

LFA: Tus temas recurrentes son el sexo, la muerte, el amor, la religión, y tus referencias van de Buñuel a Romero de Torres pasando por Truffaut o Greenaway ¿Es difícil lidiar con tanta fuente? ¿No hay miedo a que tanto caudal destiña la propia creatividad o por el contrario la riega?

LEA: Tampoco es tanto caudal, son mis pocos referentes de toda la vida. Lo que pasa es que esos referentes son un riego muy denso.

LFA:¿De dónde sale una canción? Después de 34 discos no sirve un “no sé”…

LEA: Pues, la verdad, (y siento caer en el tópico pero…) no sé.

LFA: ¿Qué ha sido de ese musical que andabas preparando…?

LEA: Ahí sigue durmiendo el sueño de los injustos. Algún día despertará.

LFA: Dentro de la música actual ¿admiras a alguien? ¿A quién?

LEA: A John Lennon, que está más vivo que nunca.

LFA: ¿Cuál es el último libro leído, la última película vista y el último disco escuchado?

LEA: Ultimo libro Apocalipsis now de Vicente Verdú, última película Amor de Michael Haneke y último disco El niño que miraba el mar. Desde que se editó mi disco no he tenido tiempo de escuchar otro.

LFA: Gracias por dejarte robar un poco de tiempo, te deseo mucha suerte, solo una cosa más. Hay algo en el disco, en las letras, incluso en la manera de cantar que me hace pensar/ temer en una última obra. No es así ¿Verdad?

LEA: Estoy firmemente convencido de que cada disco que grabo es el último disco.