La Voz y el Rostro de Stereolab, Laetita Sadier, este viernes en Alhóndiga Bilbao

Son muchos los grupos idolatrados que me quedan por ver en directo. No sé, así, a bote pronto, conjuntos como Air, The Flaming Lips, My Bloody Valentine, Stereolab me vienen a la cabeza… Oh, Stereolab… Uno de esos grupos que, no acabo de entender muy bien por qué, siempre ha sido un tanto infravalorado, aunque, al mismo tiempo, es una de sus bandas con un cierto halo que acaban siendo de culto. A aumentar ese culto contribuye el hecho de que no se sepa nada de la banda desde 2009, año en el que decidieron darse una pausa que se alarga hasta nuestros días y que, personalmente, deja un gran vacío dentro del panorama pop ya que, a mi modo de ver, pocas bandas tienen la capacidad de realizar o practicar un estilo como el que llevaba a cabo este conjunto.

Evidentemente, los que rendimos pleitesía a Stereolab seguimos la pista de alguno de sus integrantes y, en este sentido, una de las más prolíficas o activas ha sido la que fuera reconocida voz de la banda, la francesa Laetita Sadier, quien, en solitario, ya ha grabado dos discos de estudio: «The Trip», dedicado al suicidio de su hermana pequeña, y el más reciente «Silencio», título que, por cierto, le sobrevino tras visitar una iglesia en la provincia de Zamora.

Con todo, al enterarme que este viernes esa voz y ese rostro de Stereolab, esa cantante que lleva por nombre Laetitia y por apellido Sadier, estará actuando en el ciclo ‘Urpeko Musika – Música bajo el Agua’ del precioso centro Alhóndiga Bilbao, sería imperdonable no dejarme caer por allí. Y vale, no será ver a los Stereolab pero estoy seguro que el espectáculo merecerá la pena y, al menos, sí será la voz del conjunto londinense la que escuche en directo. Por lo que, como les digo, pasado mañana estaremos viendo la presentación de ese ‘Silencio’, un disco intimista, con una gran carga ideológica y política, a partir de las 21:00 de la noche, al precio de 8 € o 6 € si tienes tarjeta de AlhóndigaBilbao y, de alguna manera, estaré solventando parte de esa cuenta pendiente de la que hablaba al principio.