El año pasado se presentó el WOP como el festival de música más solidario de cuantos tenemos por aquÃ. De aquellas era en Durango, y vinieron Whybirds, Elliot Murphy o Loquillo entre otros. Ignoro por qué se cambió el lugar (¿por afluencia de público?) el caso es que este año se han venido a Bilbao y el cartel, variadito, ha vuelto a ser atractivo.

Y es que ver de nuevo en directo a Los Enemigos es una de esas cosas que nunca creÃamos que sucederÃa los que disfrutamos de aquella gira de despedida (la del disco Obras escocidas), y siempre es buena una noticia de estas. Si bien es cierto que estaba un tanto receloso (estos retornos…), recelos que cayeron en saco roto en cuanto empezó el show. Una enorme raspa de pescado adornaba el fondo, escenario tenuemente iluminado (a Josele no conseguà verle la cara en ningún momento) y un sonido correcto en la parte musical y terrible en el vocal (aparte de no verle la cara a Josele, tampoco le entendà una sola palabra). Pero daba igual porque las canciones eran reconocidas desde el primer acorde y tocó karaoke. Y cayeron casi todas.
La Casilla no llegó a llenarse, pero tampoco estaba vacÃa, se puede hablar de un humilde éxito. Es cierto que el ambiente fue muy bueno en todo momento y eso es de agradecer. Como también es de agradecer que las bandas no se hagan esperar y cumplan con el horario. Y llegó el momento de The Hives.

Años atrás les vi por primera vez en directo en el Azkena Rock Festival vitoriano, y flipé. EnergÃa a raudales, buen rollo (del bueno, no el obligado de porrito y risa floja). Ahora venÃan con nuevo disco Lex Hives y nueva estética, con chaqué y sombreros de copa, elegancia que demostraron no solo en el vestir ya que por problemas (imperdonables) técnicos Howlin´Pelle Almqvist se quedó sin micro unas cinco veces, cosa que no evitó que siguiese arengando a las masas sin dejar de repetir en castellano «yo soy un profesional», sin ademán de abandonar el escenario. Y siguieron y triunfaron.
Dos aprobados altos, uno por banda, y un tirón de orejas al WOP, que esperemos que se pongan las pilas en los próximos años y no tengamos que sufrir desde la pista los cortes de electricidad constantes. Eso sÃ, podemos estar contentos. ¡Tenemos nuevo festi en Bilbao!
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