Venga, va, ya es hora de secundar a los mass media indies (por contradictorio que esto suene) y rendirse a la evidencia de que el disco de debut de los canadienses Arcade Fire ha sido, sin ninguna duda, uno de los grandes hitos discográficos de la década.
Y es que ‘Funeral‘ se clavó en el corazoncito de muchÃsima gente gracias a su épica, su emotividad, sus arreglos orquestales y su intensidad. Arcade Fire vinieron a traer un soplo de aire fresco a una escena que parecÃa necesitar una nueva banda generacional. Y a fe que este grupazo ha conseguido erigirse con este tÃtulo gracias a tan sólo dos largas duración.
Con todo, a pesar de la grandiosidad de ‘Funeral’, de tratarse de un trabajo redondo de la primera a la décima pista, sin apenas fisuras, he de reconocer que no me ha costado nada decidirme por una de sus canciones: ‘Rebellion (Lies)‘.
Es evidente, pero no por obvio menos cierto. Es el himno de la década, una canción aglutinadora de todo lo bueno de este tremendo disco de debut, cinco minutos y once segundos de una trascendencia tal que es imposible no emocionarse escuchándolo en casa, en la sala de conciertos, en el festival de turno, solo, acompañado, triste, alegre…
Un hit que no puede faltar de ninguna manera en ni un solo recopilatorio de la década, en ninguna banda sonora de los 2000, porque es la canción con la que, a lo mejor, algún dÃa se puede explicar este comienzo de siglo musicalmente hablando.
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