Han sido algo más de dos años alejado de los escenarios, mucho tiempo sin degustar música en directo, un tiempo al que el pasado viernes puse punto y final, iba a esperar al Bilbao BBK Live, pero se presentó la oportunidad y no lo dudé, la ocasión bien lo merecÃa, un festival organizado por amigos donde les llegaba el turno a The New Raemon y Nacho Vegas.
Del primero me considero fiel seguidor, aunque al segundo poco he seguido.
Llegue al Social Antzoki de Basauri justo a tiempo para pedir una cerveza y comenzar a escuchar a Ramón RodrÃguez y los suyos, pero el encuentro y charla con gente con la que hace tiempo que no coincidÃa me impidió llegar a conectar con el recital, técnicamente perfecto y muy correcto sobre el escenario, le perdonaremos algunas poco graciosas coletillas, y principalmente me echaré la culpa a mi del poco disfrute que hice de su música.
Llego el descanso y con el otra entretenida charla, esta vez sobre el camino de Santiago, ya sabéis, nos hacemos viejos y nos gusta recordar vivencias, un respiro en las afueras del recinto que me hizo darme cuenta de la cantidad de gente que se habÃa congregado esa noche en el MAZ Basauri para disfrutar principalmente de Nacho Vegas, que de un momento a otro se subirÃa al escenario.
Con los primeros acordes de una de sus canciones sonando, nos dirigimos al interior, yo prácticamente virgen ante la música del asturiano, que según me comentaron se centró prácticamente en sus dos últimos trabajos, rescatando algún que otro hit.
De nuevo me costo entrar, centrarme, no pensar en si el peque se habrÃa dormido ya o no, pero poco a poco Nacho Vegas me fue ganando, apoyado sobre una pared, y ante el desconocimiento de sus canciones, me centré en escuchar sus letras, en descubrir al poeta, y en ese momento es cuando disfruté, mi cara no lo mostraba, arrastraba un constipado de aupa, pero los espacios entre las miradas furtivas al reloj del móvil se fueron haciendo cada vez más largos, y los últimos 45 minutos fueron un visto y no visto.
No fue un mal concierto, no, la gente salÃa encantada, pero a nivel personal creo que me equivoqué al elegirlo como lugar de mi regreso, seguramente hubiese necesitado una propuesta más movida y dinámica, de más pegada, el tiempo más pausado e Ãntimo de lo vivido y mi larga ausencia a recitales en vivo, impidieron que la noche fuese notable, aunque si fue más que suficiente para ir quitando el polvo y desentumeciendo mi cuerpo de cara a futuras fechas.
Con el Bilbao BBK Live en el horizonte, quién sabe si no será antes, cuando a modo de pretemporada, vuelva a un nuevo concierto, para de esta manera, estar totalmente en forma para subir a Kobetamendi y ser mucho justo con lo que allà escuche que lo que puedo ser con The New Raemon y Nacho Vegas, a quienes desde el pasado viernes les debo una crónica en condiciones.
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