Hace poco más de 5 meses aquà mismo hablaba del estreno de la versión teatral de la famosa obra de Tom Sharpe, dirigida por Garbi Losada, en su versión en euskera. En cuanto vi que se representarÃa en castellano en el Teatro Campos ElÃseos no dudé en acercarme. Casi un lleno completo (era el estreno absoluto) para ver las desventuras del profesor de politécnico, esta vez interpretado por Fernando Guillén Cuervo, junto a la televisiva Ana Milán (Eva Wilt) y el también televisivo Angel de Andrés (Flint) y repitiendo de la versión en euskera Aitziber Garmendia y Koldo Losada.
La puesta en escena no varÃa mucho, dos banquetas y esta vez dos pantallas en lugar de una. Un comienzo raudo y divertido pasa de pronto a una serie de escenas reiterativas y, en ocasiones, sosas, lastradas por unas interpretaciones cansadas, sin demasiado énfasis, quizás sÃntoma de ser un estreno y no estar bien rodada la obra con los nuevos actores.
Quién borda, de nuevo, los diferentes papeles es Aitziber Garmendia que se llevó buena parte de los aplausos finales, merecidÃsimos, y es que esa obra sin ella perderÃa muchos enteros, en cambio el trÃo protagonista está correcto sin más, una Eva Wilt borde, un Flint cansado y un Henry Wilt en ocasiones poco creÃble.
La versión que nos ocupa tiene que rodarse más, sin duda, y tiene que ganar en locura y ritmo, ser más transgresora, como la novela, y es que muchas de las caracterÃsticas de la obra de Sharpe (frenesÃ, aberraciones sexuales, acidez…) se pierden en la versión teatral. Una obra, a fin de cuentas, entretenida, que trata de hacer reÃr, consiguiéndolo en varias ocasiones, y que ya solo por eso merece la pena tener en cuenta.
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