Arenal Sound (II): Jueves: Pop entre Canis y Sorpresas Agradables

Y ahora sí, tras presentar en el post de ayer una fotografía general de lo que fue el Arenal Sound (y comprobando que, casi, hemos sido hasta benévolos viendo cómo se las gastan en algunos grupos de Facebook), ha llegado el momento de hacer honor a eso de Webzine Musical que subtitula este blog y ponernos a analizar lo que dieron de sí los conciertos en el festival de Burriana.

Como ya escribí ayer, un cartel que, sin ser para tirar cohetes, acogía a los grandes nombres del indie español y algunas bandas internacionales que, normalmente, suelen cumplir en directo. Todo ello para un público muy joven, volcado al hedonismo propio de la edad, con un sorprendentemente alto porcentaje de canis que, en muchas ocasiones, se apostaba junto a los escenarios (si no estaban de botellón en el camping) sin importar quién estuviese sobre las tablas.

Dicho lo cual, vamos a ver qué dió de sí la primera jornada del Arenal Sound para las Furgoneteras (esta vez eran mayoría) y el Furgonetero (es decir, yo) asistentes…

Los Últimos Bañistas: Gente maja. De esos que te ofrecen una sonrisa, que llegan a buscar el contacto físico con los fans. De esos grupos que se promocionan a través de un marketing directo basado en regalar en mano su EP. ¿Que por qué digo ésto? Porque mientras los andaluces actuaban en el Escenario Legendario, nosotros estábamos en alguno de los tres autobuses que tuvimos que coger para ir de Castellón a Burriana, tardando dos horas y media. Total que nos perdimos el bolo de éstos y el de otro de esos pseudo-hypes o bandas indie-mainstream del momento (Supersubmarina) y nos hubimos de conformar con un agradable diálogo con uno de sus integrantes en la grada VIP. Si alguien quiere aportar algo al respecto de su directo, ya sabe dónde están los comentarios…

Dorian: Justo justo llegamos para escuchar sus últimos temas y una arenga de su frontman a favor de la escena indie. No nos atrevemos a hacer una gran valoración al respecto. He leído por ahí que el grueso del bolo se nutrió de un guitarreo excesivo cuando todo el mundo coincide en que la superficie en la que los barceloneses se mueven bien es en la del pop electrónico. Así lo demostraron intrepretando su celebrado hit ‘A Cualquier otra Parte‘.

The Charlatans: tuiteado a los tres o cuatro temas de los de Manchester: «Público demasiado joven y demasiado levantino para The Charlatans. Aquí en el Arenal Sound la gente quiere tralla bakaladera 🙂«. Me sentí casi de modé. Uno, con poco pelo, pantalón largo, naúticos, barriga y bailando al son de ‘North Country Boy‘ o ‘Can’t Get Out of Bed‘ o ‘The Only One I Know‘ rodeado de post-teenagers en bañador que lo mismo les daba arre que só. Que no sabían, ni por asomo, quién coño era el tipo de la ridícula coleta que se contorneaba sobre el escenario acompañado de unos viejunos guiris. Eso sí, bailaban lo que les echasen. Ahí me acordé de ese factor que a veces influye para valorar un concierto: la conexión con el público. Los Charlatans no conectaron, pero no porque, en mi opinión, hiciesen un mal directo, si no porque no había una respuesta calurosa por parte del, para más inri, escaso respetable presente. Y este hecho provoca que les dé un 7 a la banda capitaneada por Tim Burgess.

Pollock: Pollock molan, sobre todo si los disfrutas sentadito con un bocata y una cerveza y mientras un alto porcentaje de la concurrencia está de botellón en el camping. Un pop efectista que gusta, engancha y un directo que ha provocado que pinche su disco varias veces desde que he regresado a casa. 8.

Russian Red: con o sobre Lourdes Hernández le di bastante a Twitter. Primero para comprometerme para no hacer bromas sobre tendencias políticas o ideológicas. Después para resquebrajar esa promesa al escuchar cómo se expresaba la madrileña al ver a tanta cantidad de público y actuar a esas horas («Madre mía«) y finalmente para alabar su concierto. ¡Cómo ha ganado el directo de esta chica desde que le acompaña su (buenísima) banda! Para mí el mejor bolo del jueves. Elegante, arrollador por momentos, emocionante… Con muchas ganas de verla en una sala (acompañada, insisto) 9.

Hurts: Y me dicen ahora que éstos son uno de los hypes del momento. Y yo que les descubro en Burriana. Y resulta que me parecen un remedo de Depeche Mode. O, en ocasiones, me recuerdan a Il Divo (sí, sí, han leído bien) pero en plan rollo Nuevos Románticos de los 80. Y resulta que conocemos a una gente super maja de Barcelona (saludos María, Lucía, Allan, Gabi, Víctor) y uno de ellos es súper fan de los británicos y me cuenta que se formaron en Verona y que tienen entre el público gay una amplia legión de seguidores y al día siguiente le ponemos los dientes largos porque desayunamos junto a ellos… Y resulta que su directo me pareció una de grata sorpresa descubierta en el Arenal Sound… Todo muy extraño… 8.

The Leadings: hablando de sorpresas… De las cada vez menos cosas que me gustan de asistir a un festival es disfrutar de directos de grupos desconocidos para mí. Y éstos lo consiguieron sobremanera. Y llegué a pensar que quizá, por las horas que eran y la ingesta festiva del momento, mi percepción podía estar distorsionada. Pero no. Arrolladores los murcianos. Indie electrónico ortodoxo que te movía quisieras o no. De hecho, no me quiero ni imaginar lo bien que pegarían estos señores cerrando un Ebrovision con su hit ‘Revolution‘. Fantásticos. 9.

Tiga: y cuando los primeros rallos de sol comienzan a despuntar, uno de los DJ’s más valorados de la escena electrónica se pone a los platos. Tiga, sin concesiones reconocibles, tarareables e, incluso, bailables, rallando al personal, sin compasión, hasta que a las 7:00 le cortan la sesión y el protagonista se pilla un mosqueo del copón. Al menos, éso es lo que me cuenta Víctor, el anteriormente mencionado fan de Hurts y que también controla mucho de este tipo de géneros electrónicos. 6.

Y hasta aquí. Mientras en los aledaños del recinto del Arenal Sound la gente seguía dando zapatilla, en otras carpas y en otros chiringuitos, La Furgo de retirada, que no ha estado mal para ser la primera y, a priori, para mí, una de las jornadas más flojas del festival. Mañana más.