Me llama la atención la poca cobertura que muchos de los blogs de música que suelo visitar le han dado a la denuncia que la asociación de consumidores Facua ha interpuesto a ocho festivales españoles por, según este organismo, incluir una serie de «cláusulas abusivas», como no poder consumir ni comida ni bebida que no sea de dentro del recinto o que no se devuelva el importe en caso de cambio de cartel o cancelación de algún espectáculo.
Algunos de los festivales denunciados son, nada más y nada menos, que el todopoderoso FIB, el Primavera Sound barcelonés o los promovidos por Last Tour International Bilbao BBK Live, Azkena Rock y Kobetasonik.
Mi experiencia como espectador a este tipo de eventos me hace pensar que, en cierta forma, denuncias de este tipo tendrÃan que llegar tarde o temprano. Recuerdo cómo hervÃan los foros del FIB cuando se cayó del cartel Morrisey y los fibers pedÃan que rodaran cabezas en forma de devolución del importe del abono o de la entrada de dÃa.
No son pocos los comentarios entre el público asistente a los festivales relativos al abusivo precio de las consumiciones que se dan dentro de estos recintos y que, además e irónicamente, sus responsables aconsejen, por ejemplo, a beber mucha agua pero luego no te dejan meter en el festival ni un mÃsero botellÃn de lÃquido elemento.
Con los años, los jerifaltes de estos espectáculos se han aprovechado de la moda de los festivales, de contar con nombres atractivos para el público, para, de esta forma, explotar y sangrar a los asistentes a los mismos con precios desorbitantes y cláusulas ilógicas. No sé si la denuncia presentada por Facua llegará a buen puerto, pero espero que, como mÃnimo, sirva como toque de atención a los organizadores de este tipo de eventos y se den cuenta de que no todo vale.
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