Haciendo el indie. Javiera Mena y la nostalgia moderna (yo también fui a EGB)

Hoy en día no hay nada más moderno que ser retro. Parece una tontería que he puesto para empezar con gracia el post, pero es cierto. Las modas son cíclicas, no estoy descubriendo nada nuevo, y toca la enésima revisión de la década más hortera, colorista, acolchada y luminosa (de neón) de todas, esto es, nuestros 80. Se hacen remakes de «El coche fantástico«, de «El equipo A«, se revisan una y otra vez los superhéroes que leíamos de niños, se multiplican los bogs, webs y grupos de facebook con temática ochentera y nostalgica, y eso también se nota en la música. Lori Meyers, por ejemplo, han dejado ese sonido 60´s abrincado, por un disco de resonancia bolacristalera, con una portada que podría ser una versión de la película D.A.R.Y.L, grupos como Papa Topo y la enorme lista de happytecnos que brotan cada día (me sigo quedando con la Casa azul), eso sin hablar de las inevitables reuniones, la última la de Aerolíneas Federales.

Pero hoy vengo a hablar de mi tocaya, y es que ésta chilena de 28 años, recién descubierta por mí, tiene algo especial. Creo que su música, a pesar de una cierta ligereza, no es fácil. Su voz recuerda mucho a Julieta Venegas (fiberos radicales del mundo, no tenéis ni puta idea, Julieta es lo mejor de los últimos carteles), pero su propuesta, netamente pop, es tan nostálgica que duele. Mi amigo Koala, me dijo que le recordaba a Richi e Poveri, y claro, pero además a muchos otros. Me recuerda a los recopilatorios que tenía mi tio en el coche cuando, de pequeños, nos llevaba a mis primos y a mí por los pueblos de La Rioja. No solo suena a los cuatro tópicos manidos, a los inevitables lugares comunes de la revisión al uso, la música de Javiera Mena se empapa de aquellos años, suena a Eurovisión, cuando todos lo veíamos, a los botes de Nivea con restos de arena, al olor del plástico de los balones hinchables de playa (también de Nivea y con la boquilla también llena de arena), a mesas plegables de formica y sillas hechas con cuatro barras de hierro y una tela.

Después de brillar en el Primavera Sound, posiblemente con ese destello difuminado de los neones, viene a Bilbao éste jueves, donde tocará en el Kafe Antzokia, también estará en San Sebastián el 1 de julio, en Gijón el 2 de julio y el 8 en Valencia. Allí estaremos rejuveneciendo y siendo los más modernos.