Recuerdo aquellos años en los que la epidemias musicales me acosaban constantemente. Me daba la fiebre por un estilo, me contagiaba por una determinada banda y me tiraba semanas, meses exprimiéndola al máximo. Estas epidemias eran más comunes cuando el que abajo firma peinaba menos canas o, mejor dicho, simplemente peinaba. Eran otros años (vuelta a la nostalgia de nuevo) y, seguramente, otra década.
Sea como fuere, durante esta primera década del 2000 también ha habido hueco para estas grandes fiebres. Una de las que más recuerdo es la que me dio por una banda que desde entonces está en mi top 10 de grupos favoritos. Hablo de los irlandeses The Divine Comedy.
Si bien he hablado de The Divine Comedy como conjunto, bajo este nombre basado en la universal obra de Dante, se esconde un nombre y un apellido: Neill Hannon, un auténtico caballero, un fantástico dandy, con una de las personalidades más atractivas que he conocido nunca encima de un escenario.
El caso es que hasta esta década que estamos a punto de finalizar, poco conocÃa de The Divine Comedy y eso que éstos ya contaban con una amplia producción desarrollada fundamentalmente en los 90. En este sentido, no sé explicar muy bien el porqué nunca me habÃa acercado a la música de Hannon. Siempre les habÃan puesto bien en los medios especializados, habÃan recibido crÃticas estupendas y los referentes que citaban como influencias de Hannon eran conocidos y alabados por mà (Scott Walker, por ejemplo)
La cuestión es que no conocÃa The Divine Comedy. Y tuvo que llegar el bendito foro de LFA y algunos de sus más ilustres usuarios para que me insistieran un poco al respecto y, de esta forma, caer rendido a las virtudes de este grandÃsimo proyecto. Aún deberÃa precisar más y reconocer que una canción de The Divine Comedy fue la que me hizo enfebrecerme absolutamente por ellos y empezar a adquirir toda su discografÃa: ‘Come Home Billy Bird‘.
‘Come Home Billy Bird’ es el tema con el que uno desearÃa despertarse cada mañana, ya que tras escucharla, aunque en la calle haga un dÃa de perros, uno se queda iluminado para el resto de la jornada. Es un hit de esos que si te ponen en un bar, por alguna extraña casualidad, todo el mundo, aunque no conozca la canción ni se conozca entre sÃ, comenzará a tararearla mientras se lanza miradas cómplices. Es una gran obra de Pop con mayúsculas que, por todas estas razones, merece convertirse en una de mis canciones de la década.
‘Come Home Billy Bird’ pertenece al disco ‘Absent Friends‘, editado en 2004 y, como ya he dicho, me abrió las puertas a toda la discografÃa de The Divine Comedy. De hecho, aunque la haya encumbrado tanto, no es, en mi opinión, la mejor de Neil Hannon, asà como tampoco considero el ‘Absent Friends’ como su mejor trabajo (he dudado mucho en poner ‘Perfect Lovesong‘ del ‘Regeneration‘ (2001) que para mà sà es su mejor disco), pero, ya ven qué valor tiene este tema para mÃ.
Bueno, pues sin más, ahà queda una nueva de mis canciones de la década. Sigo esperando las vuestras.
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